- Formato: Tapa dura, tapa blanda y ebook
- Disponible en Amazon: https://amzn.eu/d/dtQkiFH
- Páginas: 205
Sin Miedo: BDSM y Libertad Interior – Acepta tu deseo y vive con autenticidad
¿Te has sentido culpable por desear algo distinto?
¿Has callado tus fantasías para no perder a quien amas o para encajar?
Este libro no te enseñará a atar, azotar ni diseñar sesiones perfectas. Te enseñará algo más difícil: a nombrar tu deseo sin pedir perdón.
Sin Miedo: BDSM y Libertad Interior es un viaje íntimo hacia la libertad de aceptarte sin excusas. Aquí no se esconden los miedos ni la vergüenza, se iluminan con sinceridad. Es una invitación a escucharte de verdad y a tratar tu deseo con respeto y cuidado.
🌟 ¿Qué encontrarás en estas páginas?
✔ 20 capítulos diseñados como un recorrido personal, reflexivo y profundo.
✔ Ejercicios prácticos en cada capítulo para explorar tu deseo, tus miedos y tus límites de forma consciente.
✔ Confesiones que muestran la crudeza, la vulnerabilidad y la belleza de decir la verdad.
✔ Herramientas para negociar y nombrar tu deseo sin disfrazarlo ni avergonzarte.
✔ Un espacio para soltar la culpa aprendida y reconocer el placer como un derecho.
Opiniones y valoraciones de la comunidad:
⭐ “No es un manual de técnicas, es un espejo. Me obligó a mirar lo que nunca había querido decir.”
⭐ “Cada ejercicio me hizo escribir y pensar cosas que nunca había admitido.”
⭐ “Las confesiones me hicieron sentir menos solo con mi deseo.”
⭐ “Por fin alguien habla del BDSM desde dentro, sin poses ni mitos.”
⚠️ Advertencia: Este libro no es una guía técnica ni sustituye educación o asesoría profesional. Aborda temas sensibles como deseo, culpa, trauma, consentimiento y prácticas BDSM adultas. Se recomienda una lectura crítica, adulta y consciente.
ÍNDICE
- Prólogo
- El deseo que no pedí
- Miedo a lo que soy
- Vergüenza aprendida
- El monstruo que imaginé
- Nombrar el deseo
- La culpa no es tuya
- Placer sin penitencia
- El deseo como derecho
- Ser diferente no es malo
- La mirada del otro
- Partes que escondo
- El valor de la palabra
- El acuerdo consciente
- El lenguaje del límite
- La pausa como espacio seguro
- La intimidad en lo invisible
- Rendirse en confianza
- Cuerpos que sostienen, no que resuelven
- Celebrar mi sexualidad
- Ser yo mismo sin permiso
- Para terminar
- Sobre el autor
Hay cosas que uno no elige. No eliges la música que te hace temblar la piel. No eliges el aroma que te trae recuerdos de infancia. No eliges ese cosquilleo extraño que te recorre cuando alguien te mira de cierta forma.
Tampoco elegí el deseo que me quemaba por dentro. El que me obligaba a callar, a contenerme, a mentir. El que me hacía preguntar si estaba roto, si había algo malo en mí.
Si estás leyendo esto, puede que tú tampoco lo hayas elegido.
Quizá lo has sabido desde siempre. O quizá se te apareció tarde, como un susurro incómodo que fuiste ignorando hasta que gritó demasiado fuerte. Puede que nunca se lo hayas dicho a nadie. O que lo hayas probado un poco, a escondidas, y luego te hayas reprochado por ello.
Lo llamamos BDSM. Unas letras que pueden asustar, excitar, avergonzar o fascinar, todo a la vez. Un mundo que para algunos es juego, para otros identidad, para muchos un territorio prohibido. Pero antes de etiquetas y prácticas, antes de fustas y cuerdas, es deseo. Un deseo que existe. Que está ahí. Que no se va.
He pasado más de 25 años viviendo con este deseo. Enseñándolo. Hablándolo. Organizando espacios para que otros se atrevieran a mirarlo de frente. He visto cientos de rostros iluminándose al descubrir que no estaban solos. He visto miedo, mucha culpa, muchísima vergüenza. He escuchado historias que se parecían tanto a la mía que dolía.
He visto también la liberación. Esa respiración profunda del que se da permiso. Esa lágrima que limpia. Esa risa que llega después, como si por fin se pudieran estirar los músculos del alma.
Por eso existe este libro.
No es un manual de técnicas. No te enseñaré a atar, a azotar, a mandar o a obedecer. No te daré normas, ni fórmulas mágicas para entrar en el “mundo BDSM”. Ya hay libros para eso.
Este es un libro para el otro viaje. El más difícil. El más importante. El que se hace hacia dentro.
El viaje de soltar el miedo.
De mirar el deseo sin bajar la cabeza. De decir: Sí, me excita esto. Y no, no me hace malo, enfermo ni indigno. De dejar de esconderte incluso de ti mismo.
Porque hay un armario mucho más jodido que el social: el que construimos en la cabeza. Ese donde metemos partes de nosotros, cerramos con llave y decimos: “Aquí no mires”. Ese donde se pudre la vergüenza, el odio hacia uno mismo, la sensación de ser un monstruo.
Salir del armario interior no siempre significa contárselo a todo el mundo. No voy a decirte que tienes que colgar un cartel ni ir a una fiesta. A veces salir del armario significa poder mirarte al espejo y reconocer quién eres sin apartar la vista.
Este libro es para eso.
Para quien se sienta solo. Para quien nunca lo haya dicho en voz alta. Para quien ya lo viva pero todavía sienta el nudo en el estómago. Para quien lleve años practicando pero no haya perdonado a ese niño asustado que un día pensó que estaba mal hecho.
Aquí vamos a hablar claro. Sin rodeos pero con cariño. Vamos a ver de dónde viene la vergüenza, cómo se instala la culpa, qué miedos nos enseñaron a tragar. Vamos a desmontarlos juntos.
También vamos a escribir, a reflexionar, a soñar. Vamos a hacer ejercicios que no son para demostrar nada a nadie, sino para darte permiso de ser tú. Vamos a contar historias para que veas que no eres el único, la única.
Y sobre todo, vamos a hablar con respeto. El respeto que mereces. Porque si algo he aprendido después de todos estos años es que nadie merece vivir odiándose por lo que desea.
Si has llegado hasta aquí, ya has dado el primer paso. Has abierto el libro. Has aceptado la posibilidad de mirarte sin miedo. No sé si será fácil. Lo que sí sé es que vale la pena.
Te invito a acompañarme. No como maestro infalible. No como alguien que tenga todas las respuestas. Sino como alguien que ya caminó mucho, que se rompió muchas veces, y que quiere poner una mano en tu hombro y decirte: Vamos. Sin miedo.